No hay día sin amor, porque no hay vida sin amor. ¿Cuándo lo entenderemos?

Quién no ama está muerto, es un cadáver andante. ¿Cómo se puede vivir sin amor?

Amor a traición, amor en desbandada, amor sin prejuicios, amor no correspondido… ¡Da igual cómo lo etiquetemos! Si hay amor, hay vida.

El amor es una sonrisa frente al aire fresco que te acaricia. Y una rodilla que se inclina ante el hermano. Y una mano que se ofrece para romper una soledad. Y un gemido que se intuye.

Pero se puede quedar en una palabra manoseada o en un canto a la poesía de la vida si no lo apoyamos en la fe.

En la fe, sí. Pero en la fe pura, sin reglas. La fe que solo cree en Dios Amor. Un Dios que se anonada, se humilla; un Dios Creador que se hace criatura; un Dios Vida que se hace muerte; un Dios que se hace… pecado.

¿Y ello por qué? Por amor. ¿Por qué es amor? ¡De nuevo una definición! No. Más. Porque ama. Solo ama. Simplemente ama. Y una cruz como símbolo para toda la eternidad de que ese Dios, muerto Dios, es amor, porque ama.

Y, si tu fe te dice del Amor de Dios… ¿Cómo no amar como él nos amó…?

Fuente de la Imagen: https://pregandoapalavra.com.br/amor-o-amor-de-cristo/