Día 33 de confinamiento. Jueves de Pascua.

Seguimos aceptando el estar recogidos en nuestros hogares mientras pasan los días. Queremos llegar ya a la salida de este oscuro túnel y dejarnos acariciar, no solo por los rayos de sol, sino también por nuestros familiares, amigos… pero aún no ha llegado. Ya queda poco.

Mientras, vamos descubriendo, en este tranquilo tiempo, cómo el hombre, que ha conquistado el mundo, y que hasta se ha lanzado a la exploración del universo, es más frágil de lo que creíamos, pues ahora se encuentra casi indefenso frente a algo que casi no llega al tamaño de una célula entera. Y la ciencia al completo no ha encontrado todavía una defensa real frente a ese bichito. Cuidado, esta situación no viene provocada por una situación de la naturaleza nueva. Terremotos, tsunamis, otras epidemias… ha habido siempre. Pero no existía la globalización de hoy, y solo nos rozaban, viendo esos desastres en las noticias. Más lejos de nosotros, en el Universo, chocan estrellas, se crean agujeros negros, pero está eso tan lejos que no lo consideramos catástrofe, pero lo que ahora nos ocurre sí, y en el fondo, quizás, no es más catástrofe que otras, pero nos ha tocado y mucho. Y terriblemente. Y quizás porque vivimos en un mundo globalizado.

Confiamos en que los científicos encuentren una cura. Y sabéis, lo harán. El hombre lo ha hecho siempre, y volverá a hacer. Y volveremos a vivir, a trabajar, a bailar… Pero mientras, y sin perder la esperanza, porque es verdad que saldremos, quizás, solo quizás, podemos aprovechar también para recordar que valores son fundamentales para vivir juntos en este mundo. Sí. Quizás la arrogancia, la codicia, el egoísmo, podríamos ir supliéndolo por simplemente un poco más de humildad. Y no, por el hecho de ser un poco más humiles, no vamos a solucionar la dramática situación que estamos viviendo, pero si lo hacemos, lo vivimos y lo sentimos, nuestros aplausos de las 8 sonarán más reales. Nuestra situación en casa será aún más genial. Y cuando lleguemos al final del túnel, que llegaremos, nos encontraremos un montón mejor. Y nos lo encontraremos, no porque venga a nosotros, sino porque nosotros lo haremos.