Muchas veces se nos olvida que tenemos un privilegio del que muchos carecen, el poder escuchar día tras día la historia de nuestro Señor, de Jesús. Es un privilegio que hay que saber valorar y para ello yo siempre me propongo un reto y es que después de salir de la iglesia mi cabeza siga pensando en esas palabras de Jesús, es decir, reflexionar. A veces entendemos mejor unas lecturas o evangelios que otros, lo que nos ayuda a que reflexionar más fácilmente, pero otras veces esa reflexión se puede incluso alargar en el tiempo hasta que encontremos en lo profundo de las palabras la enseñanza que Dios quiere que aprendamos.

Esto me ocurrió con uno de los evangelios de esta semana, el evangelio según san Marcos 6,7-13. En este evangelio vemos como Jesús después de pasar un tiempo de convivencia con los apóstoles donde les enseñó, les envía a seguir predicando la buena nueva. En este caso los envía de dos en dos y como recalca “dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos”, esto quiere decir que sobrepasando todo lo que nos hace daño a los hombres, este evangelio va en contra de todo lo que no nos deja ser libres y por tanto nos ofrece y nos conduce al buen camino. Es curioso el poco equipaje que les pide a sus apóstoles para ir a predicar su palabra, les dice que no es necesario ni pan, ni alforja, ni dinero algo que para nosotros es completamente esencial.

Es inevitable que nos preguntemos el por qué Dios así lo quería, pero la respuesta es mucho más fácil de lo que pensamos pues lo importante en el camino del Señor siempre es la Fe y lo importante para los apóstoles era llevar la palabra a todos los lugares donde ellos viajaran. Esa labor no está lejos de nosotros, pues también estamos llamados a predicar la palabra de Jesús. En estos difíciles momentos esta misión es muy importante pues nuestra sociedad está llena de descristianización, pero nuestra confianza debe ser fuerte como lo es nuestra Fe. Aun así, el mensaje de Jesús de Nazaret no puede quedar en el olvido, puesto que El desde pequeño fue y es la luz y la salvación para nosotros.