La felicidad es un tema muy importante en la vida de cualquier persona y como católicos, buscamos encontrar la felicidad con Dios. Es algo que todos buscamos en nuestra vida, pero ¿Cómo podemos encontrar la felicidad verdadera y duradera? Muchas veces, pensamos que la felicidad se encuentra en cosas materiales, en el éxito, en las relaciones o en la fama. Sin embargo, estas cosas no nos traen verdadera felicidad a largo plazo.

Como católicos, sabemos que la verdadera felicidad se encuentra en Dios. Dios es el verdadero amor y si lo amamos y seguimos sus mandamientos, encontraremos la felicidad. Como dice el Salmo 144:15 «Dichoso el pueblo que esto tiene, dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor».

La felicidad en Dios no significa que no vamos a tener problemas o dificultades en la vida, pero si sabemos que Él está con nosotros en todo momento, podemos tener la paz y la alegría que necesitamos para superar cualquier problema.

Además, como católicos, sabemos que la felicidad no es algo que se busca solo para nosotros mismos, sino para compartir con los demás. La felicidad se encuentra en amar a los demás y en servirles, como Jesús nos enseñó. Como dice el Papa Francisco «La felicidad se encuentra en dar, no en recibir». Ver a la gente de nuestro alrededor feliz nos hace sentir bien, pero ayudarles a que lo estén cuando el camino es difícil es mucho mejor.

Por todo esto tenemos que ser reflejo de alegría, de bondad y de ayuda eterna para los demás, es decir, constante reflejo de Dios.

 

 

 

 

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