Día 44 de confinamiento.

Estamos finalizando el mes de abril. Cada año, por estas fechas muchos trabajadores se preparan, a través de los sindicatos de trabajadores, para celebrar reivindicativamente el Primero de Mayo. Bueno, es el 1 de Mayo, pero a ellos les gusta más lo de “Primero de Mayo”. Y este año, a través de los sindicatos mayoritarios, con una celebración excepcional por las circunstancias con actos virtuales durante 48 horas. ¿El lema? “Otro modelo social y económico es necesario”. Y quieren un gran pacto de estado para construir la estructura económica y productiva del país, sin dejar a nadie atrás. Habrá conciertos y mítines en las redes sociales desde el medio día de mañana, víspera del día 1. Quieren los sindicatos que sus lemas, exigencias y proclamas inunden todos los ámbitos de la web. Reivindican más y mejores servicios públicos, sanidad, atención a las personas mayores y a las dependientes, educación, y un largo etc.

Y luego pasará la fecha. Con mayor o menor satisfacción por cómo haya ido. Y de nuevo la realidad del confinamiento. Y la larga espera para que regrese la normalidad. Y el temor a nuevos contagios en la prevista transición por etapas. Y la petición al Gobierno central y a los más particulares de esto y lo otro, y lo de más allá. Y…

Y luego frases de los políticos para llenar titulares (“no tiene sentido cortarse el pelo antes de ver a tu madre”, en referencia a que se abrirán las peluquerías antes de permitir las visitas domiciliarias) y titulares de la propia prensa (“en EEUU ya hay más muertes por coronavirus que en la Guerra de Vietnam”).

¡Ay! Llevaba muchos días no veía las noticias, porque.. bueno, en realidad porque el bolígrafo, el teléfono y otras particularidades de casa me tenían ocupado. Pero hoy les he dedicado parte del tiempo, y me he sentido abrumado. Pero consciente de que, en el fondo, todos estamos esperando, en una larga espera para que regrese la normalidad.

Y…  sigo pensando exactamente lo mismo que ayer y confío que mañana: ¡Que el futuro será el presente que nosotros queramos lograr! ¿Qué exigirá sacrificio? ¿Y qué madre no lo sufre para traer a su hijo al mundo? Y su recompensa será siempre el mayor de los milagros ¿Qué en el camino se quedará gente que no la volveremos a disfrutar? ¿Y cuándo eso no ha ocurrido en el misterio de la vida? Y ésta continuará, … sabiendo que ellos están viviendo felices en el Señor e intercediendo pro nosotros ante Él. ¿Qué quizás algunas cosas ya no vuelvan a ser como antes? ¿Y quién vive toda su vida encorsetado en una rutina aplastante? Porque siempre caminamos hacia adelante y vamos descubriendo nuevos horizontes que, si nos fijamos, nos pueden hacer descubrir en nuestra mirada una belleza sublime.

Hoy celebramos a Santa Catalina de Sion, día que el evangelio nos recuerda que lo que aquí aprendemos no lo ven en los sabios y entendidos, sino la gente sencilla. Fue una mujer del siglo XIV, que, si hubiera vivido hoy seguro que relaciones habría tenido con los sindicatos, con el Gobierno y hasta con el Papa. Y lo digo porque en su tiempo se relacionó con los políticos de entonces (las principales autoridades de las tierras italianas) y hasta con Obispos y el Papa, logró incluso a evitar el cisma en la Iglesia.

Pero fue santa por otra razón: durante la peste de 1374 no hizo sino acudir al socorro de los enfermos y necesitados. Ya antes, y llevando una vida enferma, no dejó de demostrar su amor a los pobres. Y, sí, también tuvo tiempo de levantarse a la vida pública con la gente llamémosla importante. Y por eso, hoy en tes patrona de Italia y Europa.

Y por eso os invitó a pensar en una mujer que, sin olvidar los asuntos terrenales, se dio a los demás toda su vida, y podemos orara con el Papa Francisco que, en este día, nos insta a hacerlo “por la unidad de Europa, para que podamos seguir adelante todos juntos como hermanos”.

No, no es una oración pretenciosa, porque lo mucho se consigue a través de la suma de los pocos, y nosotros dediquemos a nuestro poquito. En palabras de Catalina: “si somos lo que debemos ser, prenderemos fuego al mundo entero”.