Jesús se va.

Todo está a punto de cambiar en la vida de los apóstoles. Les ha lavado los pies y les ha dado a comer su carne y a beber su sangre. Y ahora les enseñará solo una cosa más, tratando de modelar sus almas, e incendiarles el corazón: «Este es mi mandamiento. Que os améis los unos a los otros como yo os he amado». Su testamento lo resume en una palabra: amar. Un amor que se basa simplemente en que Jesús nos ha amado y que no deberá tener otra medida que el modo en que Jesús nos ha amado, es decir, será sin medida. Pero, este amor no puede brotar solo de hombre. Un hombre no es capaz de amar así. Un amor tan intenso y sublime solo puede venir de lo alto. No es un instinto sublimado. No es una pasión depurada. No es la consecuencia de una larga batalla contra el egoísmo. Ni mucho más. Es algo que solo puede venir de Dios.

Jesús se va.

Todo está a punto de cambiar en la vida de los apóstoles. Les ha lavado los pies y les ha dado a comer su carne y a beber su sangre. Y ahora les enseñará solo una cosa más, tratando de modelar sus almas, e incendiarles el corazón: «Este es mi mandamiento. Que os améis los unos a los otros como yo os he amado». Su testamento lo resume en una palabra: amar. Un amor que se basa simplemente en que Jesús nos ha amado y que no deberá tener otra medida que el modo en que Jesús nos ha amado, es decir, será sin medida. Pero, este amor no puede brotar solo de hombre. Un hombre no es capaz de amar así. Un amor tan intenso y sublime solo puede venir de lo alto. No es un instinto sublimado. No es una pasión depurada. No es la consecuencia de una larga batalla contra el egoísmo. Ni mucho más. Es algo que solo puede venir de Dios.

Es un amor que se nos ha sido dado. Es Dios entrando en el hombre. Es el hombre amado como el Padre ama al Hijo, como el Hijo ha amado a los hombres. Es, simplemente, otro amor. Algo que, sin Jesús no sería posible y ni siquiera conocido. «En esto conocerán todos que sois mis discípulos». El amor es la contraseña. La única contraseña. Un cristiano sin amor es una blasfemia.

Así que no lo olvidéis. Amad. Amad como Él nos ama.

s.

Es un amor que se nos ha sido dado. Es Dios entrando en el hombre. Es el hombre amado como el Padre ama al Hijo, como el Hijo ha amado a los hombres. Es, simplemente, otro amor. Algo que, sin Jesús no sería posible y ni siquiera conocido. <<En esto conocerán todos que sois mis discípulos>>. El amor es la contraseña. La única contraseña. Un cristiano sin amor es una blasfemia.

Así que no lo olvidéis. Amad. Amad como Él nos ama.