Cuando llegamos aquí no teníamos parroquia. Pasado un tiempo se empezó a construir el edificio para dentro formar la parroquia.

Durante unos años los martes teníamos reunión del catecumenado, y poco a poco se fue formando la parroquia.

En ella he vivido momentos familiares muy bonitos pero también uno muy triste.

Para mí subir a misa todas las tardes me da mucha paz y le doy muchas gracias al Señor por el matrimonio que hemos tenido y por la familia que me ha dado.